Persiste mi insistencia infinita, y casi como una cascada, desvanezco imaginando la aproximación al lugar de ese encuentro encubierto. Te vas, pero volves a cada rato dejando en el discurso sabor de besos inconclusos.
Derrame sobre las ventanas muchos palillos de metal, que al chocar entre si despliegan un sonido ambiental y musical, ¿para qué? Lo mismo pregunto yo, ¿para qué?. Y dibujo en la mirada una respuesta que no hace mas que decir no se. Comienza a molestarme ese estadio donde estoy y no puedo dejarlo, todo lo que esta en ese lugar donde no existe mas que el NO SE. Me repugna que haya tanto de el. No me gusta saberlo, pero ya lo se. Mi hábitat es un profundo no se.Y cae el sol una vez mas, aunque llueve entrecortado café y ya no queda más que descansar un poco mientras la luna me habla y no me deja dormir.
3 comentarios:
Muy buena insinuación de la desolación cuando ya no queda otra que adoptarla como una amiga más.
Ey Pollis, no te parece que los lunes siempre llueve???
domingo triste / caer en la tristeza / para ser feliz
(haiku)
lo que no quiere decir que los lunes estén empapados de felicidad
un abrazo
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